CUANDO YA NO ESTÉS (PRIMEROS SINTOMAS) nos habla de seres humanos, de sus sueños, de sus obras, de lo que nunca serán, y de lo que nunca podrán dejar de ser.
Con la continúa transmutación entre continente y contenido como fondo, nos transporta a escenarios donde obras anónimas, humanas, caóticas, se muestran en proceso de convertirse en continente (de integrarse o convertirse en el medio natural del que una vez intentaron distinguirse), o dónde el azar, el caos, o simplemente otros post-usuarios deciden un nuevo destino para ellas, lejos de la intención con que fueron creadas. Muestran proyectos cuya esperanza de transcendencia quedó truncada por el tiempo, resultando en algo tan alejado de la intención del autor, que su objetivo original se pierde en el pasado como un sueño irrenunciable pero irrealizable, un proyecto perdido en el mismo momento en el que se terminó. En cada imagen se encuentra una ausencia, invisible pero inevitable: la del autor y su obra. De ellas queda solo una mueca, un estigma, un superviviente que evitó la desaparición completa tan sólo a base de dejar que el tiempo y la naturaleza lo convirtiesen en algo distinto, grotescamente alejado de su destino.